Entrenubes: Trip Report Tenerife 19/03/2016

Vistas del Teide, Tenerife 2016

Report del viaje a Tenerife, los días 19, 20, 21 y 22 de Marzo de 2016, en busca de los diversos endemismos de aves presentes en la isla.

Espero que sea de interés y de utilidad a los Birders.

Y a los que no lo son, animarles a descubrir no solamente paisajes, sino a los protagonistas que se esconden detrás de ellos y hacen que cada lugar sea especial.

¡Gracias por vuestro tiempo!

Día 1: Sábado 19 de Marzo de 2016

Salimos del aeropuerto de Tenerife (Norte) y nos dirigimos con el coche en dirección al Teide por la TF-24. Durante el trayecto podemos observar los primeros Apus unicolor (Vencejo unicolor) del viaje y escuchar constantemente el reclamo y el canto de los Phylloscopus canariensis (Mosquitero canario). Ascendemos entre curvas y bosques de Pinus canariensis hasta alcanzar los 2000m aproximados. Una vez aquí, se pueden observar unas magníficas vistas a la cumbre del Teide, nevado durante estos días.

Cogemos el desvío por la TF-21 y nos detenemos en el merendero situado en las coordenadas 28.316111,-16.573856. En este punto podemos observar Fringilla teydea (Pinzón azul) , Cyanistes teneriffae (Herrerillo canario) y Regulus regulus teneriffae (Reyezuelo de Tenerife).

Continuamos de bajada hasta salir del pinar y enlazamos con la TF-5, donde más tarde cogeremos el desvío hasta Icod el Alto. La próxima parada son los acantilados Ruiz. Desde la coordenada 28.376302,-16.626261 observamos Columba junoniae (Paloma rabiche), Serinus canaria (Canario silvestre), Turdus merula (Mirlo), Apus unicolor (Vencejo unicolor), Falco tinnunculus (Cernícalo común) y Phylloscopus canariensis (Mosquitero canario). También se deja ver algún Buteo buteo (Ratonero). Sin embargo, la otra especie de paloma endémica de la isla, la Paloma turqué (también presente en este punto) no se deja ver.

Acabamos la jornada en Erjos, donde nos alojaremos durante los cuatro días. Un buen sitio donde cenar y donde disfrutar de la cocina típica canaria (aunque solamente con 4 platos a escoger) es el Bar-Restaurante Abreu, especialistas en carne de Cabra.

Fringilla teydea / Pinzón azul / Pinà blau / Tenerife blue chaffinch (Macho)

Fringilla teydea / Pinzón azul / Pinà blau / Tenerife blue chaffinch (Hembra)

Fringilla teydea / Pinzón azul / Pinà blau / Tenerife blue chaffinch (Macho)

Cyanistes teneriffae / Herrerillo canario / Tenerife Blue Tit

Regulus regulus teneriffae / Reyezuelo de Tenerife / Tenerife goldcrest

Día 2: Domingo 20 de Marzo 2016

Con la mañana nublada, nos subimos en el coche en dirección al campo de golf Buenavista. A medida que vamos descendiendo de altura, las nubes van dejando paso al sol y la vegetación selvática se convierte en plantaciones extensas de plataneros.

Dejamos el coche al lado de una ermita (28.375162,-16.860055) con unas hermosas vistas al océano Atlántico y bordeamos el campo de golf a través de un pequeño sendero que va descubriendo acantilados de piedra volcánica, azotados por el constante martilleo de las olas. Durante el camino, podemos observar Apus unicolor (Vencejo unicolor), Larus michaelis (Gaviota patiamarilla), Sylvia melanocephala (Curruca cabecinegra) y una pareja de Falco tinnunculus (Cernícalo común) muy animada, hostigando constantemente a las Columba livia (Paloma bravía) que osan acercarse a su saliente preferido.

Al otro lado de los acantilados, podemos observar las explanadas de hierva del campo de golf, perfecto para la observación de Alectoris barbara (Perdiz moruna) y un grupito de Numenius faeopus (Zarapito trinador) que buscan entre la tierra pequeñas larvas o gusanos con los que alimentarse. En este punto, también se añaden las observaciones de Serinus canaria (Canario silvestre), Philloscopus canariensis (Mosquitero canario), Turdus merula (Mirlo), Anthus berthelotti (Bisbita caminero) y de Egretta garzetta (Garceta común).

¡Y no todo son aves! También observamos muchos y variados machos de Gallotia galloti (Lagarto tizón), así como marronáceas hembras de esta especie termo-regulándose en las oscuras rocas volcánicas de la zona.

Dejamos la zona con el regusto “amargo” de no haber encontrado la Curruca tomillera, presente en esta zona según estudios de campo previos, y nos dirigimos en busca del que para mí ha sido la estrella del viaje, el Halcón tagarote.

En 15 minutos llegamos al mirador de la Punta del Fraile (28.366726,-16.884425). Dejamos el coche y cogemos el equipo de cámara, prismáticos y telescopio, derechos a la espera de esta magnífica rapaz, afín de los acantilados como su primo-hermano, el halcón peregrino. Larus michaelis (Gaviota patiamarilla) y un grupito de tres Corvux corax (Cuervo) sobrevuelan la zona, aprovechando las potentes corrientes térmicas que acarician el macizo negro y no tarda en aparecer una silueta algo diferente, más afilada y veloz, dibujándose al contraluz de las nubes. Muy lejos de nuestra visión, intuimos un falconiforme pero no podemos proceder a la correcta identificación. No obstante, de nuevo al poco tiempo y pasando por debajo nuestro casi a ras de mar, vuelve a aparecer esta silueta, esta vez con el sol arriba e iluminando el dorso, enseñando esas plumas superiores pizarrosas de las alas y del cuerpo, con el cogote tímidamente pintado de ocre, nuestro actor principal, el Falco pelegrinoides (Halcón tagarote). Tras unos cuantos vuelos más por el mirador, se posa en el saliente de un acantilado y ahí, por fin, podemos contemplarlo posado como un rey sobre su trono negro de roca volcánica.

A nuestro pesar, el tiempo se nos echa encima y debemos proseguir con la ruta, esta vez para conseguir ver de una vez la Paloma turqué que se nos escapó anteriormente.

Deshacemos camino y empalmamos con la TF-5 hacia Los Realejos y antes de llegar, en el punto 28.392775,-16.608832 dejamos el coche. Sacamos telescopio y prismáticos y observamos la masa frondosa de vegetación que da la cara al mar. No tardamos en divisar las primeras Columba bollii (Paloma turqué) revoloteando entre los árboles, seguidas de Columba junoniae (Paloma rabiche) y un simpático Cyanistes teneriffae (Herrerillo canario) cantándonos a 3 metros del parquing. Sin duda, el mejor punto de la isla (que hayamos visitado) para poder observar juntas estas dos especies endémicas de Columbidaes.

Apus unicolor / Vencejo unicolor / Falciot unicolor / Plain swift

Numenius faeopus / Zarapito trinador / Polit cantaire / Whimbrel

Falco tinnunculus / Cernícalo común / Xoriguer comú / Common kestrel

Corvus corax / Cuervo / Corb / Common raven

Falco pelegrinoides / Halcón tagarote / Falcó berber / Barbary falcon.
En la foto de abajo se puede intuir el tímido color anaranjado del cogote de este ave.

Gallotia galloti / Lagarto tizón (Macho)

Gallotia galloti / Lagarto tizón (Hembra)

Día 3: Lunes 21 de Marzo 2016

Con las expectativas más que superadas, decidimos enfrentarnos al tercer día bajando hacia el extremo Sur de la isla. Tras casi una hora de camino y el cambio brusco y radical de paisaje, llegamos a la población del Fraile. Dejamos el coche y nada más bajar, observamos un Paser hispaniolensis (Gorrión moruno) reclamando sobre una rama de un árbol, mientras por el suelo revolotea un pequeño Anthus berthelotti (Bisbita caminero), posando para nuestra cámara cual modelo en una sesión fotográfica.

Nos dirigimos hacia la playa mientras nos sobrevuelan Apus unicolor (Vencejo unicolor) y nos vigila un Falco tinnunculus (Cernícalo común) desde su atalaya improvisada sobre un poster eléctrico. A los pocos metros, vemos al primer individuo de una pequeña familia de Lanius excubitor koenigi (Alcaudón real sbs. Canaria), observando el territorio desde una roca. Sale disparado, desaparece entre unos arbustos y vuelve a aparecer volando, con un pequeño ratón en su pico, volviéndose a meter en otro escondite y podemos observar desde el telescopio como acaba con la vida del pobre roedor mientras intenta (por lo que podemos apreciar) empalarlo sobre las ramas de este arbusto. Se escucha el reclamo de otro individuo y, en la roca donde anteriormente estaba nuestro protagonista, aparece un jovenzuelo de la misma especie. Aparece un tercer individuo que se acerca al pequeño y lo alimenta y, seguidamente, éste vuelve a su escondite.

Alucinados con este espectáculo en vivo que nos ha ofrecido la naturaleza, decidimos explorar más la zona e ir en busca de la Curruca tomillera, también presente en esta zona según el estudio de campo realizado previamente. Y… ¡Eureka! Llegamos a una zona entre arbustos y cactus y allí las pequeñas Sylvia conspicillata (Curruca tomillera) nos reciben con sus alegres cantos y revuelos.

Miramos al mar desde la orilla con el telescopio y se pueden observar aves marinas, pardelas y un parásito hostigando a una gaviota, pero debido a la distancia no me atrevo a dar ningún veredicto de las especies avistadas.

Felices como unas perdices, nos dirigimos de nuevo al norte, dispuestos a rodear el Teide por la parte Sur y pasar por otro merendero con el objetivo de volver a ver el Pinzón azul.

Cabe decir que nos paramos a comer en Vilaflor, concretamente en la calle Francisco-Ortuño, en un restaurante llamado Fuente Hermano Pedro, donde se puede disfrutar de la gastronomía típica de la isla con platos como ropavieja, carne de cabra, escaldón…

Con el estómago bien lleno, nos dirigimos por la TF-21 hacia el merendero a las faldas del Teide (28.189417,-16.666071) y podemos disfrutar de otro festín, pero esta vez no nuestro, sino del que se estaban pegando los Serinus canaria (Canario silvestre), Fringilla teydea (Pinzón azul) y los Dendrocopos major (Pico picapinos) con las migas de pan que la gente se dejaba en las mesas.

Tras varias sesiones de fotos que se dejaban hacer estas aves, volvemos a la carretera, esta vez con dirección a los Gigantes a hacer un poco de “turismo a secas”, rodeando las faldas del coloso de 3718m, cruzando sus increíbles valles de lava seca y sus bosques de substrato rojo coronado de pino canario.

No obstante, la visión de estos enormes acantilados, no evitaba que nuestros ojos dejaran de buscar cualquier movimiento imperceptible entre su roca, con la esperanza de ver de nuevo al rey del trono negro. Esta vez no hubo suerte. Sin embargo, un pequeño regalo nos esperaba al final de la jornada. De vuelta a casa, nada más dejar a los Gigantes de espalda, de frente, directo hacia nosotros, una enorme Pandion haliaetus (Águila pescadora) con un pez entre sus garras, pasa a escasos 10 metros por encima de nuestro coche, dejándonos con la boca abierta y esa sonrisa tonta en la cara, con la sensación de plenitud máxima que solo te puede ofrecer la naturaleza en estos momentos inesperados.

Paser hispaniolensis / Gorrión moruno / Pardal de passa / Spanish sparrow

Anthus berthelotti / Bisbita caminero / Piula de Berthelot / Berthelot’s pipit

Lanius excubitor koenigi / Alcaudón real sbs. Canaria

Sylvia conspicillata / Curruca tomillera / Tallarol trencamates / Spectacled warbler

Dendrocopos major / Pico picapinos / Picot garser gros / Great spotted woodpecker

Fringilla teydea (Pinzón azul, macho) intentando ahuyentar

a un Serinus canaria (Canario silvestre)

Serinus canaria / Canario silvestre / Canari / Atlantic canary

Día 4: Martes 22 de Febrero de 2016

El último día del viaje decidimos hacer una excursión por el bosque de Laurisilva que hay junto a Erjos, nuestro lugar de residencia en la isla. La ruta te va guiando a través de un sendero que discurre por el interior de este tipo de bosque, de los cuales quedan muy pocos en el mundo. Enseguida comenzamos a escuchar pequeños curiosos que se acercan a nosotros, como Cyanistes teneriffae (Herrerillo canario), Philloscopus canariensis (Mosquitero canario), Regulus regulus teneriffae (Reyezuelo de Tenerife) o Erithacus rubecula (Petirojo). Llegamos a un mirador donde podemos observar una gran zona del valle y vemos pasar fugazmente un Accipiter nisus (Gavilán), que se pierde enseguida entre la masa arbórea de la zona. Poco a poco comienza a aparecer la niebla, muy presente por la mañana durante esos días, y decidimos volver para echar un vistazo a las charcas de Erjos. Durante el camino de vuelta, podemos observar en las copas de los árboles más altos, un par de ejemplares de Columbia bolli (Paloma turqué).

Llegamos a las charcas, muy tranquilas, y simplemente una Gallinula chloropus (Gallineta común) nos da la bienvenida.

Por la tarde decidimos probar suerte de nuevo en los acantilados del mirador de la Punta del Fraile, para volver a localizar al Falco pelegrinoides (Halcón tagarote) y nada más bajar del coche, este aparece a escasos metros volando, aprovecha una corriente térmica y se pierde en las alturas. Esperamos pacientemente durante un largo tiempo a que se acerque, observándolo desde la distancia, recortándose su silueta entre los acantilados negros del macizo, pero sin suerte, decidimos aprovechar las pocas horas que nos quedaban de luz para ir hasta el Faro de Teno, donde podemos observar los acantilados de los Gigantes desde otra perspectiva.

Aquí, junto a la inmensidad del océano y de los acantilados, finaliza nuestro viaje de turismo ornitológico durante 4 intensos días. Sin lugar a dudas, una gran experiencia y una mayor satisfacción de haber podido localizar y disfrutar de las especies endémicas de esta isla.